


Rusalka, una ópera sobre mujeres mitológicas identificadas como ninfas o sirenas sojuzgadas por los seres humanos, será presentada en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de México, donde la realidad se asemeja a esta historia de intolerancia y miedo al otro.
Su director de escena, Enrique Singer, explicó que la obra, del checo Jaroslav Kvapil, relata el encuentro de dos sociedades que se temen entre sí, se llenan de prejuicios, de odios infundados y eso degenera en tragedia.
Asimismo, su protagonista, la soprano Daniela Tabernig (Santa Fe, Argentina, 1978), expresó que aún somos incapaces de conocer al otro y en esto tenemos mucha tarea por hacer.
“Si uno lee entre líneas este caso particular, se puede ver claramente la lucha de dos mundos que no se entienden y se odian: el de las ninfas, que es totalmente mágico, dedicado sólo al placer, donde no se conoce el sufrimiento, y el de los humanos como todos lo conocemos”, afirmó.
La ópera, estrenada el 31 de marzo de 1901, en Praga, se presentó por primera vez en América Latina en el Palacio de Bellas Artes en 2011, y una vez más comienza una nueva temporada en la sala principal de ese recinto.
Rusalka es un cuento de hadas de la tradición de las películas de Walt Disney, más cercanos al terreno de lo oscuro, de la tragedia, de los cuentos que recopilaron en la tradición eslava Bozena Nemcova y Karel Jaromir Erben.
Tras el encuentro de dos mundos distintos, Rusalka se enamora de un humano e inicia una confrontación que existe a lo largo de la ópera, que “nos habla de las cosas que lamentablemente el ser humano no resolvió: la intolerancia, el miedo a lo desconocido, la discriminación”, indicó Tabernig.
A cargo de la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes, la ópera se presentará los jueves y domingos hasta el 6 de mayo en el Palacio de Bellas Artes, situado en Avenida Juárez, esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico.